Me encantan los zapatos de taconazo que me acabo de comprar, pero el otro día me los puse para salir de fiesta y a las ¡dos horas! comprobé… que es casi imposible bailar con ellos. Tenía los pies tan hechos polvo que me pasé la noche sentándome cada rato donde encontraba un hueco, eso sí, con mucho cuidado con la «mini», que no deja mucho margen para sentarme en cualquier sitio sin que se me vea todo.
¡Para estar monas hay que sufrir nos han dicho!
Pero, ¿será verdad eso, o… en realidad es más importante ir cómoda, y poder andar por donde me de la gana?
¿Sólo se puede ser atractiva con el minishort más cortito y los tacones de punta más fina, o existen otras muchas formas de ser guapa, de explotar mis encantos, de ser yo misma?
A veces me harto de que me duelan los pies, de que los chicos de mi cuadrilla puedan hacer el gamberro y yo no. Me siento mejor conmigo misma si tengo libertad de movimiento, si estoy cómoda. ¡Me gusto más!
Yo, quiero decidir:
- Vestirme como quiera, ¡¡como yo quiera!! Iré a la moda si me gusta, o tendré mi propio estilo. ¡No tengo por qué ir siempre como vayan las demás!.
- Decido qué quiero ponerme, cómo me quiero maquillar… y los demás no tienen derecho a valorarme mal por mi forma de vestir. Si quiero ir con la mini más corta, no significa que esté provocando a nadie, la provocación está en el ojo de quien mira.
- Si prefiero salir en zapatillas o con ropa cómoda para andar con libertad. A veces me apetece saltar, correr, bailar, y andar por cualquier sitio sin el miedo o inseguridad de los zapatitos… Cuando me molestan ¡dejo los tacones en casa!
Nos encanta y estamos totalmente de acuerdo. Hartas de subirnos a zancos imposibles y llevar ropa que aprieta, se sube mucho o con la que no te puedes mover ni sentar como quieres. Por favor: comodidad es libertad, de movimiento y de pensamiento. Muy bien chicas! Ah! Y lo de ir pintadas como puertas para tener que retocarnos cada cinco minutos y al llegar de madrugada ¡desmaquillarnos! pufffffff! Que la que quiera porque está así a gusto lo haga pues muy bien pero que ninguna piense que HAY que hacerlo para estar más guapa. Sólo conseguirás parecer un perchero amargado y no una chica majísima que se ríe porque disfruta. ;)))))
Eso pensamos nosotras! Si una quiere maquillarse o prepararse un montón, es libre de hacerlo!
Pero también debemos ser libres para salir sin necesidad de haber estado dos horas delante del espejo tapando cada poro de nuestra piel, o sin necesidad de estar superperfectas pero superincómodas, o poder salir con una ropa cómoda que nos permita movernos con libertad! A veces nos oprimimos con tanto ideal de belleza! Con lo guapas que somos cuando salimos felices! 🙂
Os envio un enlace que me ha encantado que dice “A Minnie Mouse la crearon con tacones. De día o de noche, en el campo o en la ciudad, no ha conseguido quitárselos. Y ahí te ves a Mickey tan cómodo con sus pantumflas amarillas. Pero yo sí he podido. Me he bajado de los tacones, me he descalzado y camino por la fría arena. No soy un dibujo animado.” http://www.otromundoesposible.com/?p=3786
Me gusta eso de «la provocación está en el ojo de quien mira»
Enhorabuena por la iniciatiiva
Nos ha encantado el enlace sobre Minnie Mouse que nos envías, Alaia! Gracias!!
En nuestra vida real, (no la animada), a veces es verdad que apetece pasar de tacones, corsés y rollos e ir cómodas, que leche!! Nadie debería quitarnos la libertad para vestirnos como nos apetece.
Berta Visión, nos alegra que te guste, a veces es importante pensarlo, porque mucha gente justifica las agresiones diciendo que la culpa es de «cómo iba vestida». ¡Pero bueno! La culpa de una agresión, ¿no es de quien agrede? Siempre! Igual que el que roba una cartera es el culpable de robarla, y no vamos echando la culpa a la gente porque «llevar una cartera, va provocando al ladrón». No, el que se siente provocado es porque quiere, y porque mira con «ojos sucios». Mi cuerpo es mío y lo llevo a donde vaya conmigo, no me lo puedo quitar. Pero que me vista de una forma u otra, no significa que esté disponible porque sí. No nos parece bien que nos juzgen y miren con prejuicios, si yo digo no, aunque alguien imagine que mi falda dice otra cosa, no tiene razón, estoy diciendo no!.